WILLIE LYNCH
Windscreen wipers and the Willie Lynch syndrome
The Editor, Sir:
On Saturday I saw my friend Peter (fictitious name). He is one of those boys (now an adult) who had been out on the street cleaning windscreens from the time I met him 11 years ago. My first encounter with Peter was when he was admitted as a patient at the Kingston Public hospital with appendicitis. I was his surgeon.
I watched him as he asked the person in the car in front of me for the privilege of cleaning his windscreen for a small fee. I watched the disappointment on his face as the window was rolled up and the occupants of the car said no. When he looked up, he peered into my vehicle for what must have been five seconds. I smiled as that look of recognition crept over his face when he realised that it was me. He burst into this smile and ran over to my window as he said "Wah happ'n boss?',' while acknowledging my children in the back seat.
Is there another way?
A certain sadness crept back on his face as he explained that he was just released from jail and had to do 60 days community service. His crime? Trying to survive by cleaning windscreens. His condition? Very hungry. I gave him what I had on me at the time because for me, Peter is special.
I asked myself, 'is there another way?' What have we given these young people as alternatives to survival in a recession-ravaged world when we deprive them of a non-criminal source of income? I was angry. Enough is enough. We need to respond in a collective way to the needs of these youth. We need to engage all the stakeholders (including these young men) in meaningful dialogue as to the way forward which would be mutually beneficial to us all as a society.
In Jamaica, the reality is that, as a people, we have inherited a legacy of a mentality cultivated by 400 years of slavery. It's the Willie Lynch syndrome. Willie Lynch developed a system which was meant to keep us mentally enslaved for eternity; a system that prioritises care for our former colonial masters rather than for ourselves. Whereas we can forgive the previous generation for still being shackled by this mentality, we should no longer accept this for ourselves.
The truth
As a nation we have been blessed by God, who in his providence, has given us the Baptist and other churches, Marcus Garvey, Rastafari and many enlightened musical artistes (modern-day prophets), to bring us closer to the fullness of the knowledge of the truth that we are indeed a mighty race, fearfully and wonderfully made in the image of the Almighty.
The bible says we are to love our neighbour as ourselves. We need to love ourselves. Let us urgently address how we are going to deal with these 'windscreen wipers'. Let us, out of love, give them a bit more time to survive while we urgently use our God-blessed intellectual skills, (those same skills that have allowed us to be world champions in the Microsoft Imagine competition), to come up with a creative path for our future and for the future of the many windscreen wipers, our precious human resource.
I am, etc.,
TRADUCCION
Limpiaparabrisas y EL SÍNDROME DE WILLIE LYNCH
Publicado: Lunes 20 de septiembre 2010 5 Comentarios El editor, señor:
El sábado vi a mi amigo Pedro (nombre ficticio). Él es uno de esos niños (ahora adultos) que habían estado en la calle de limpieza parabrisas desde el momento en que lo conocí hace 11 años. Mi primer encuentro con Pedro cuando fue admitido como paciente en el hospital público de Kingston con apendicitis. Yo era su cirujano.
Lo observé mientras se pedía a la persona en el coche delante de mí por el privilegio de limpiar su parabrisas por una pequeña cuota. Vi la desilusión en su rostro como la ventana estaba enrollada y los ocupantes del coche dijo que no. Cuando levantó la vista, miró a mi vehículo para lo que debe haber sido de cinco segundos. Sonreí como la mirada de reconocimiento se apoderó de su rostro cuando se dio cuenta que era yo. Irrumpió en esa sonrisa y corrió hacia la ventana de mi como dijo "el jefe happ'n Wah? ',' Al tiempo que reconoce a mis hijos en el asiento trasero.
¿Hay otra manera?
Una cierta tristeza se arrastró de vuelta en su cara como él explicó que se acaba de publicar de la cárcel y tuvo que hacer 60 días de servicio comunitario. Su crimen? Tratando de sobrevivir con la limpieza parabrisas. Su condición? Mucha hambre. Le di lo que tenía en mí en el momento porque para mí, Pedro es especial.
Me pregunté, '¿hay otra manera?' ¿Qué hemos dado a estos jóvenes como alternativas para la supervivencia en un mundo devastado por la recesión, cuando los priva de una fuente no penales de los ingresos? Yo estaba enojado. Ya es suficiente. Tenemos que responder de manera colectiva a las necesidades de estos jóvenes. Tenemos que participar todos los interesados (incluyendo a estos jóvenes) en un diálogo significativo para el camino a seguir que sean mutuamente beneficiosos para todos nosotros como sociedad.
En Jamaica, la realidad es que, como pueblo, hemos heredado un legado de una mentalidad cultivada por 400 años de esclavitud. Es el síndrome de Willie Lynch. Willie Lynch desarrollado un sistema que estaba destinado para mantenernos mentalmente esclavizados por la eternidad, un sistema que prioriza el cuidado de nuestros antiguos amos coloniales y no para nosotros mismos. Considerando que podemos perdonar a la generación anterior siguen encadenados por esta mentalidad, ya no debemos aceptar esto para nosotros mismos.
La verdad
Como nación hemos sido bendecidos por Dios, que en su providencia, nos ha dado a las iglesias Bautista y otros, Marcus Garvey, Rastafari y muchos iluminados artistas musicales (los profetas de hoy en día), para acercarnos a la plenitud del conocimiento de la verdad de que somos en realidad una raza fuerte, formidable y maravillosamente hecho a imagen del Todopoderoso.
La Biblia dice que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Tenemos que amarnos a nosotros mismos. Vamos a abordar con urgencia la forma en que se va a hacer frente a estos 'limpiaparabrisas'. Vamos, por amor, darles un poco más de tiempo para sobrevivir, mientras que es urgente el uso que Dios nos ha bendecido habilidades intelectuales, (esas mismas habilidades que nos han permitido ser campeones del mundo en el Microsoft Imagine la competencia), para llegar a un camino creativo para nuestro futuro y para el futuro de los limpiaparabrisas muchos, nuestro recurso humano valioso.
Yo soy…